Los peligros de tomar el sol
El sol es fuente de vida y energía, porque estimula la síntesis de vitamina D, mejora nuestro estado de ánimo y también es bueno para algunas enfermedades inflamatorias cutáneas, como la psoriasis o los eczemas.
"La piel es la cubierta de nuestro organismo y está expuesta a muchas agresiones, probablemente la más importante la radiación solar. El daño solar en la piel es acumulativo y si bien no todas las personas que se exponen imprudentemente al sol acabarán teniendo un melanoma, hay que tener en cuenta que el sol es el principal causante de envejecimiento de la piel, y a eso sí que todos estamos expuestos. Por tanto, si queremos conservar una piel sana, sin cáncer cutáneo y, además, bonita, sin manchas y arrugas en el futuro, hay que cuidarla y no abusar de la exposición solar intencionada empezando ya en la infancia"
"Es importantísimo concienciar a la sociedad de la necesidad de la educación solar. Tenemos que hacerlo desde edades muy tempranas ya que los niños tienen que saber que hay que tomar el sol con moderación y medidas de prevención. La clave está en intentar obtener todos los beneficios del sol, evitando sus inconvenientes. La protección es la clave y esta educación solar hay que potenciarla no solo en el entorno familiar, sino también en los centros educativos", señala la doctora Paz Cerdá, especialista en Dermatología y Venereología y miembro de Academia Española de Dermatología y Venereología.
A la hora de hablar de los problemas de la piel es necesario tener en cuenta que no todas las lesiones provocadas por el sol se engloban dentro de la misma categoría. Hay muchos tipos de tumores de piel, pero en líneas generales podrán diferenciarse dos: el melanoma y los carcinomas. Estos a su vez se subdividen en carcinoma basocelular y espinocelular.
El basocelular es la forma más común de cáncer cutáneo, pero también la menos peligrosa. Puede aparecer en cualquier zona cutánea y su pronóstico, después de una extirpación completa, es favorable.
Por su parte, el carcinoma espinocelular puede invadir tejidos en profundidad y producir metástasis a distancia. Suele aparecer en zonas cutáneas expuestas al sol, como las manos, la cara o los brazos y el colectivo más afectado son personas que han trabajado o practican deportes al aire libre o que han abusado de los rayos UVA de cabina.
En el caso de los melanomas, se trata de los tumores de piel más peligrosos que hay y se pueden formar sobre piel sana o sobre un nevus o 'lunar'. Tienen poder de producir metástasis e invadir otros órganos y la clave es la educación solar desde la infancia, porque las quemaduras solares que se han producido en la piel antes de la adolescencia son las más peligrosas. Los factores genéticos también condicionan la posible aparición de melanonas.
"En ambos casos, la recomendación es acudir al dermatólogo siempre que veamos que nuestros nevus o 'pecas' han cambiado de tamaño, forma o grosor, en el caso de los melanomas; o cuando veamos que tenemos heridas que no cicatrizan o lesiones cutáneas que van creciendo progresivamente, en el caso de los carcinomas", apunta Cerdá.
Comentarios
Publicar un comentario